Estrategias de resolución de conflictos para el bienestar y la prosperidad
Estrategias de resolución de conflictos para el bienestar y la prosperidad
Actualmente en el mundo que vivimos siempre revolucionado y acelerado, lo mejor es contar con estrategias de resolución de conflictos, para saber qué hacer cada vez que surja una situación o problema, puesto que estamos sometidos continuamente a cambios y a situaciones retadoras.
El desafío es minimizar y transformar los conflictos a su máxima expresión, tomando en cuenta esos cambios surgidos y esos contratiempos emergidos dentro de la sociedad.
En este sentido, las estrategias de resolución de conflictos (negociación, mediación y conciliación) deben emplearse para alcanzar un mayor bienestar y para conducirnos a una vida llena de paz y prosperidad. Conocer y manejar estrategias para resolver múltiples contratiempos y conflictos del día a día es imprescindible en el mundo actual. Para esto es importante que aprendamos a poner en práctica estas estrategias y procedimientos que ayudan a solucionar disputas, con prácticas preventivas de solución de problemas, orientadas a gestionar, no solo las situaciones de forma aislada, sino también la diversidad de conflictos que se presenten dentro de la familia, de las organizaciones y de la sociedad en general, transformándolos de manera pacífica y constructiva.
Así, considerando que el conflicto es inevitable y que es parte de nuestra vida y de las organizaciones, se deben aprovechar las oportunidades que puedan reconocerse a partir de él, evolucionando continuamente y dando respuestas a necesidades internas como externas, en todos los entornos de la vida.
Lo ideal es conocer el manejo efectivo de nuevas estrategias para abordar los conflictos satisfactoriamente, implementando herramientas que puedan aplicarse como parte del bienestar y la prosperidad.
Definición de conflicto
Tomando como referencia el concepto de Amado (2015), se puede decir que el conflicto es un fenómeno social que expresa una contraposición de intereses, una incompatibilidad de conductas, cogniciones, incluyendo metas y/o efectos entre individuos o grupos, que pueden o no conducir a una expresión agresiva de su incompatibilidad social.
“Aunque generales y puntuales, estas consideraciones nos permiten afirmar que el conflicto alude a situaciones de tensión, lucha, pelea entre dos partes o sectores. Hay que hacer énfasis en estas dos palabras: “partes” o “sectores”, porque con ellos se quiere poner de relieve que quienes se ven involucrados son partes de un todo. Como se indicó antes, el conflicto también se relaciona con percepciones y emociones, por lo que también se podría plantear un conflicto a partir de percepciones y los razonamientos de las personas”. (Amado, 2015).
De manera que el conflicto no se escapa de aparecer en los distintos escenarios de la vida moderna. Este puede surgir como molestias que evitan que las relaciones se realicen en todo su potencial, y hasta puede causar irreparables daños.
Pero esto no es razón de alarma, pues los contratiempos y conflictos son parte de nuestra vida y se encuentran determinados por factores estructurales, y son parte integral de los procesos de cambio por lo que es parte natural de cualquier relación comunicacional. Es por esto que como seres humanos y medio de detección de conflictos, debemos saber de negociación, mediación y conciliación, además de reconocer y trabajar por nuestros objetivos de vida.
En este sentido, lo importante es saber manejar el conflicto, ya que puede tener diversas consecuencias dentro de la vida cotidiana. Saber manejarlo es lo que nos permitirá un mayor bienestar y progreso.
Aparición, manejo y transformación de conflicto en los diferentes entornos de la sociedad
Cuando estamos claros de que existen los conflictos y de que existen las herramientas para manejarlos, se puede decir que habrá la disposición de manejar los conflictos en los distintos entornos, brindando, con ello, diversos beneficios a la sociedad.
No obstante, es posible que, en ocasiones, no abordemos los conflictos de manera sistemática, sino por separado. En estos casos podrán abordarse por categorías o dependiendo los casos, sin que se examinen el origen y raíz de los problemas, siendo esto lo más importante de detectar y abordar para así lograr una sustancial transformación.
Es por ello que debemos estar preparados para gestionar adecuadamente los conflictos, dando paso, con ello, a acciones que favorezcan la solución y no la profundización de las consecuencias, ya que muchas veces el no saber enfrentarlos puede llevarnos a situaciones negativas; por tanto, deberá analizarse el alcance de las repercusiones del mal manejo del conflicto.
Dentro de los puntos de vistas positivos del manejo de los conflictos en los diferentes entornos de la sociedad están:
– Cambio de actitudes personales y colectivas.
– Estimulo de la creatividad y la innovación.
– Generación de competencias en temas poco productivos.
– Muestra de necesidades de control en algunas áreas.
Cuando existen desacuerdos, podrían estos puntos considerarse productivos, siempre y cuando se desarrollen con base en el diálogo y el respeto a las nuevas ideas.
Para ello, es necesario definir nuestros roles en los quehaceres del día a día, como nivel de autoridad, responsabilidad, recursos, valores y, además, establecer procesos en las tomas de decisiones que resulten aceptables para todos en la sociedad, modificando los estilos de coerción por el de persuasión, permitiendo una diversidad de enfoques que estimulen la eliminación de sus diferencias y apartando la definición del problema en término de valores.
Ante los conflictos, podemos establecer diversas estrategias para el logro de las situaciones de manera pacífica. Presentar varias estrategias es importante, pues cada persona y su entorno deberán recurrir a ellas, dependiendo de la situación, trayendo como consecuencia una mayor productividad y bienestar.
En qué beneficia el manejo apropiado de los conflictos
Uno de nuestros desafíos como sociedad es el buen manejo de los conflictos, a fin de que esto genere situaciones de paz, productividad, bienestar y armonía.
El saber dar un manejo apropiado a los conflictos nos brindará, en primer lugar, no engancharnos emocionalmente con los problemas. Si bien, las emociones son legítimas, debemos darle una verdadera canalización a estas, de manera que no se genere un desgaste emocional y, mucho menos, se somaticen los problemas.
En segundo lugar, al manejar de manera apropiada los conflictos, sabremos mantener las relaciones entre las partes de manera que si estas se ven afectadas por la situación, al momento de entablar el diálogo, la tolerancia, la capacidad de colocarnos en el zapato del otro, será mucho más fácil brindar a la otra parte disculpas y perdón, y seguir caminando y trabajando por los intereses comunes.
En tercer lugar, aplicar herramientas de prevención de conflictos traerá como consecuencia que estos no emerjan o, si se suscitan, será con menor intensidad, y con mayor probabilidad de que dejen secuelas entre las partes.
En cuarto lugar, la actitud y el ánimo cambian cuando hay un efectivo manejo de los conflictos, lo que se traduce en un clima de proactividad, bienestar y prosperidad.
Estrategias de resolución de conflictos
– Estrategia de negociación
Desde el punto de vista personal, se puede afirmar que la negociación es un proceso mediante el cual dos o más partes se reúnen para discutir o establecer un contrato, definir las pautas de la relación, comprar o vender un producto o servicio y resolver diferencias que puedan surgir tanto con el personal con los demás.
El objeto que se persigue con la negociación es concretar un compromiso final entre las partes, en donde ambas obtienen beneficios satisfactorios.
Para obtener una negociación exitosa se requiere:
– Conocer bien los asuntos a negociar.
– Cooperar en lo posible con la otra parte.
– Ser flexibles, aceptar los cambios y puntos de vistas opuestos.
– Estrategia de la mediación
La mediación es un proceso de negociación asistida, en donde el mediador aplica las estrategias de negociación, buscando y acercando a las partes, a fin de que ellas mismas generen las soluciones a los problemas.
Un mediador busca que no existan conflictos. La mediación funciona con mucho éxito, y se basa en el hecho de que existe una relación de interdependencia entre las partes en conflicto, puesto que trabajan juntos, en la misma empresa.
La mediación no tiene como objetivo solventar solamente los problemas personales, pues lo que interesa a la persona es que le rinda lo esperado y que las diferencias personales queden de lado, trayendo como consecuencia prosperidad.
De modo que esta es una estrategia importante, pues brinda la oportunidad de escuchar a ambas partes, hablar del problema y buscar soluciones sin afectar los intereses y en búsqueda continua del bienestar entre las partes.
– Estrategia de la conciliación
En la conciliación se utilizan herramientas de negociación para brindar soluciones a las partes en conflicto, permitiendo que ellas escojan, dentro de esa gama de soluciones, la adecuada al problema.
Uno de los aspectos positivos de la conciliación entre las partes es que es una vía preventiva de la solución de los problemas dentro de la sociedad en general.
Aplicando estas estrategias, podremos obtener mayor productividad y bienestar en nuestra vida, puesto que nos centramos en objetivos e intereses, sin que se diluya en falsas expectativas y situaciones que no se enmarcan dentro de los objetivos de vida. Con esto obtendrá la prosperidad tan deseada y anhelada por todos.
¿Realmente se logra el bienestar y la prosperidad en la sociedad latinoamericana con el manejo oportuno de conflictos?
Lo vuelvo a repetir, es necesario que estemos preparados para el ritmo acelerado de cambios de hoy en día. Debemos tener visión de transformación de conflictos. Todo esto supone retos y desafíos en nuestras vidas, rompiendo un poco paradigmas de solo gestiones exitosas de éxitos.
No puede decirse que existan recetas mágicas para el éxito, el bienestar y la prosperidad, sobre todo ante tan acelerados cambios, por lo tanto fundamentarse en el éxito es el reto que tiene cada ser humano en la actualidad.
Es preciso tener claros los objetivos de vida, cumplirlos y replantearlos ante los cambios, pero también estar comprometidos con el cumplimiento de los mismos. De esta manera marcamos la diferencia, proyectando productividad, eficiencia, éxito y bienestar.
Los latinoamericanos, en general, debemos poseer comunicación con nuestro entorno. Ser proactivos e innovadores conllevará al logro de objetivos planteados.
En conclusión, una persona que maneje estrategias de resolución de conflictos debe dar paz y equilibrio y no olvidar que “valores y negociación son la llave de éxito”.
Referencias
Amado, Lucy (2015). Resolución de conflictos, Maracaibo, Venezuela